"El animal es el único ser que entiende todo cuando estás triste y te acompaña; y cuando estás feliz, te divierte."

09 febrero, 2012

Peces como mascotas

El pez es una de las mascotas más silenciosas y decorativas de todo el reino animal, ya que la diversidad de especies y de colores con los que contamos, es verdaderamente muy grande.

De todas maneras, y como cualquier mascotas, los peces necesitan de cuidados, por esta razón antes de dirigirnos a una tienda de mascotas a comprar algunos ejemplares para poner en nuestro acuario, es imprescindible que nos aseguremos cuales son los más recomendados para el tipo de acuario que deseamos tener, además es fundamental que tengamos en cuenta que no todas las especies son iguales. Existen peces que pueden resultar muy delicados y frágiles para aquellos acuaristas principiantes, y, teniendo en cuenta que existen especies que pueden ser mucho más simples de cuidar, no valen la pena gastar v demasiado dinero en una especie de pez exótico si cuidarlos es un trabajo muy complicado y no tenemos experiencia en esta área. En primer lugar debemos decir que siempre se debe considerar la precedencia del pez que adquiramos, ya que según de donde vengan, tendrán una cierta tolerancia a un tipo de agua o a otra.

Esto quiere decir que si adquirimos un ejemplar que proviene del Caribe, el mismo soportara el tipo de agua tropical, entonces deberemos inclinarnos a armar un acuario tropical. De esta manera una vez que conozcamos de donde viene nuestra pequeña mascota, entonces adaptaremos el acuario el cual, será su casa. Muchas personas desean tener varias clases de peces en sus acuarios ya que de esta manera se ve mucho más bonito, y debemos decir que esta no es una mala idea.

El Acuario:

Al comprar el acuario vamos a tener en cuenta el emplazamiento elegido para él y qué forma y tamaño de vaso nos gusta más. Por supuesto esto es fundamental, ya que insistimos en su gran función como objeto decorativo y la importancia de que guste a sus dueños para que disfruten largos ratos con su atención y cuidados. Sin embargo, y aún sin olvidar esta premisa, nos parece esencial recalcar dos puntos:
  • Tamaño: El acuario, cuanto más grande, es más saludable: debemos colocar el vaso mayor dentro de nuestras posibilidades (de espacio o económicas) ya que el ecosistema que se creará en él será mucho más estable cuanto mayor sea el volumen de agua. Son mucho más sencillos de mantener los acuarios grandes que los pequeños.
  • Forma: Hay formas muy bonitas, algunas más modernas y originales pero en general cuanto más largo y ancho (en lugar de alto y estrecho), mejor. Es interesante que tenga gran superficie de contacto con el aire, para que el agua se oxigene mejor.
Es recomendable que lleve tapa incorporada. Una cubierta bonita a juego con el recipiente (que lleva el fluorescente incorporado) y sobre la que podemos colocar incluso algún adorno (pequeño jarrón, portarretratos...) tiene dos interesantes funciones:
  • Evita la evaporación de mucha cantidad de agua

  • Evita que los peces salten fuera del agua, problema por desgracia muy frecuente si no encuentran obstáculos.

El Filtro:

De entre los accesorios imprescindibles que estamos viendo, sin duda el más importante de todos es el filtro. Se podría decir que es el corazón del acuario. El filtro es el elemento encargado de retener, degradar y eliminar las impurezas y deshechos que se van acumulando y disolviendo en el agua mediante una bomba de succión, que obliga a ésta a circular a través de diversos materiales filtrantes (esponja, carbón, lana de perlón, materiales cerámicos, turba, etc.) y en los que los restos orgánicos y detritus quedan atrapados. A continuación el agua, limpia ya de materiales en suspensión, vuelve al acuario manteniendo los parámetros bioquímicos del pequeño ecosistema en unas condiciones estables.

En el mercado se dispone de gran variedad de marcas y modelos, cada uno de ellos con sus ventajas e inconvenientes. A la hora de la elección deberemos tener en cuenta la capacidad del acuario, los tipos de peces que en él vamos a alojar, nuestro presupuesto y la opinión de un profesional que nos aconseje del tipo más idóneo.
  • Filtros interiores. Colocados en el interior del acuario (sumergidos totalmente), nos proporcionan una buena calidad de agua y son cómodos a la hora de limpiar, aunque el espacio interior para alojar en él materiales filtrantes es limitado. Es probablemente el sistema más popular, empleado sobre todo en pequeños acuarios que no superan los 100 litros. Para los de capacidad superior a 120 litros no resulta la opción más recomendable.
  • Filtros de "Mochila". Se colocan externamente, colgados del borde superior del cristal trasero. Nos dan las mismas prestaciones que los filtros interiores con la ventaja de que no quitan espacio a los peces y disponemos de más posibilidades a la hora de colocar en su interior, diferentes tipos de cargas. A un precio asequible resulta una opción interesante para pequeños acuarios.

  • Filtros de Fondo. Consisten en hacer que la propia arena y grava del fondo, sea la encargada de purificar el agua. Aunque es un sistema poco empleado por la incomodidad de su mantenimiento, están considerados como uno de los más eficaces.

  • Filtros Exteriores. Se sitúan externamente, debajo del acuario. Resultan de tamaño mayor que los anteriores, lo cual posibilita la colocación en su interior de una gran cantidad de material filtrante. Requieren menos mantenimiento y además proporcionan una alta calidad del agua. Son muy usados y recomendables para acuarios de volumen superior a 100 litros. No son baratos.

  • Filtros Seco-Húmedos. Probablemente la mejor calidad de agua nos la proporcionan los filtros “seco-húmedo”. El interior de estos filtros no está permanentemente inundado. Las cargas están en contacto directo con el aire. Este incremento de oxigeno en su interior aumenta de manera considerable la cantidad de bacterias que efectúan la labor de limpieza del agua. Imprescindibles en acuariofilia marina y en los casos en que queramos mantener peces especialmente delicados. Se fabrican, tanto interiores como exteriores. Su precio suele resultar elevado, pero resultan los más aconsejables por su óptimo rendimiento.

Aireación:

No es un artículo de primera necesidad, pero sí un complemento recomendable. Se utiliza para, por medio de un pequeño compresor conectado a piedras difusoras (con distintas formas y tamaños, según gustos), introducir aire en puntos concretos del acuario. Además de la oxigenación tienen una gran función estética y en muchas ocasiones se usan también para mover los distintos elementos decorativos: restos de un galeón hundido, el cofre del tesoro o un submarinista que sube y baja.

Fuentes y más información: