El carácter extrovertido y amigable de los loros hace que sean una de las mascotas que más se solicitan en las tiendas de animales. Además, pueden aprender a hablar y su reproducción no resulta complicada. Muchas son las especies que se encuentran disponibles en el mercado. Por esto, para saber cuál es la que más se adecua al tiempo, gustos y características del futuro propietario, es aconsejable consultar al especialista.
A la hora de brindar a un loro los cuidados que le son precisos, lo primero que hay que considerar es la limpieza. Ésta es fundamental para la buena salud del animal. La jaula se ha de adecentar regularmente, al menos tres o cuatro veces a la semana. No obstante, los restos de excrementos y comida se tienen que eliminar diariamente. La desinfección con lejía o amoniaco se llevará acabo uno o dos veces al mes.
Para el buen mantenimiento del plumaje es imprescindible que el loro reciba directamente la luz solar pero, si el sol es muy fuerte, la jaula se ha de colocar a la sombra.
Hay que seguir algunos consejos si se tiene como prioridad el bienestar de este animal de compañía. El primero de ellos, es el de no utilizar cadenas en el caso de que el loro esté fuera de la jaula. Además, no hay que cortar las plumas en crecimiento, ya que esto produce dolor. Tampoco es recomendable no tener al ave lo suficientemente vigilado si no vive en cautividad, ya que los accidentes se producen muy fácilmente.
Si queréis más información sobre estos estupendos compañeros, visitrar esta página dedicada exclusivamente a los loros: http://www.europarrot.com/
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