Un estudio realizado en Estados Unidos ha revelado que el 75% de los niños, con edades entre los 10 y los 14 años, acuden a sus animales de compañía cuando se sienten preocupados o ante alguna situación difícil. Esto nos hace ver la relación y el vínculo que se crea entre un niño y su mascota. La participación de los padres, la discusión abierta y la planificación son necesarios para que, mantener una mascota sea una experiencia positiva para todos. Un niño que aprende a cuidar de un animal y a tratarlo con cariño y con paciencia adquiere un adiestramiento invaluable de aprendizaje en cuanto a tratar a las personas de igual manera. Por el contrario, el tratamiento inadecuado hacia los animales no es saludable tanto para el animal como para el niño.
Es muy importante que el primer contacto entre el animal y el niño este supervisado por los padres, para que orienten al niño de como tratar a su mascota. Es muy frecuente que los niños pequeños, cojan al gato de forma inadecuada, tiren del pelo del perro, de su cola...
Del mismo modo, debemos enseñar al animal, sobretodo el caso de los perros, que el niño está por encima de ellos en la jerarquía familiar; para que el perro no intente dominarlo o le haga daño sin intención porque considera que la conducta del niño no es la adecuada par aun subordinado. Para ello, nunca hay que poner al perro por encima del niño, siempre hay que darle de comer después de darle al niño, o saludarlo después de hacerlo a vuestro hijo; de manera que el animal entienda que el niño está delante de él.
Está demostrado que los niños que comparten su vida con animales crecen más felices y sociables, además de que potencian su autoestima. Además cuidar de una mascota les enseña a ser más compasivo y entender mejor los problemas de los demás. Por otra parte, acariciar a un animal hace que nuestro cuerpo segregue endorfinas, lo que hace que se reduzca la ansiedad y el estrés.
Es importante que se escoja un animal adecuado para la familia, la casa y el estilo de vida que llevan. hay que ser cautos y no escoger un animal que pueda ser agresivo. Los animales exóticos pueden ser difíciles que cuidar y hay que tener mucho cuidado con ellos.
Os dejo un artículo por si queréis leer un poco más sobre las mascotas más comunes que hay.
Es muy importante que el primer contacto entre el animal y el niño este supervisado por los padres, para que orienten al niño de como tratar a su mascota. Es muy frecuente que los niños pequeños, cojan al gato de forma inadecuada, tiren del pelo del perro, de su cola...
Del mismo modo, debemos enseñar al animal, sobretodo el caso de los perros, que el niño está por encima de ellos en la jerarquía familiar; para que el perro no intente dominarlo o le haga daño sin intención porque considera que la conducta del niño no es la adecuada par aun subordinado. Para ello, nunca hay que poner al perro por encima del niño, siempre hay que darle de comer después de darle al niño, o saludarlo después de hacerlo a vuestro hijo; de manera que el animal entienda que el niño está delante de él.
Está demostrado que los niños que comparten su vida con animales crecen más felices y sociables, además de que potencian su autoestima. Además cuidar de una mascota les enseña a ser más compasivo y entender mejor los problemas de los demás. Por otra parte, acariciar a un animal hace que nuestro cuerpo segregue endorfinas, lo que hace que se reduzca la ansiedad y el estrés.
Es importante que se escoja un animal adecuado para la familia, la casa y el estilo de vida que llevan. hay que ser cautos y no escoger un animal que pueda ser agresivo. Los animales exóticos pueden ser difíciles que cuidar y hay que tener mucho cuidado con ellos.
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