Los gatos necesitan correr, saltar, jugar,... sobretodo cuando son pequeños. A pesar de que se puedan pasar horas durmiendo la siesta, ellos necesitan mantenerse activos, tanto física como psíquicamente. No debemos permitir que nuestro gato se pase todo el día durmiendo, porque eso hace que, no solo empiece a engordar a pasas agigantados, sino que se mueva medio dormido todo el día. Así que lo recomendable sería que jugáramos con él unos minutos al día, para que su mente se mantenga activa.
Hoy en día hay muchísimos juguetes para gatos, desde rascadores de varios pisos, juguetes de rafia, con plumas, ratones de juguete, pelotas, sonajeros... es un mundo a parte. Pero tenemos que tener en cuenta que si dejamos que el gato juegue a todas horas con un mismo objeto, se aburrirá de él con mucha facilidad. Así que deberíamos ir intercambiando los juguetes que le demos. Y al cabo de un tiempo volverle a dar uno viejo, y se emocionará con él como el primer día.
Los rascadores me parecen muy importantes, sobretodo porque nos ayudan a enseñarle donde se le permite afilar las uñas y donde lo tiene prohibido (protegiendo nuestros muebles de sus uñas). A pesar que los rascadores de varios niveles son más divertidos para ellos, mi experiencia con mis gatas, me enseño que los usan para jugar, pero prefieren afilarse las uñas en un superficie vertical y plana; así que os recomendaría comprarles un rascador de pared o de alfombra.
Algunos juguetes vienen con hierba gatera. A pesar de que a muchos gatos les encanta, hay algunos que no le hacen ni caso, así que no os fiéis mucho de eso. Eso sí, si vuestro gato es de los que les encanta la hierba gatera, se lo pasaran genial con el juguete que la tenga, y lo más probable es que no lo suelten.
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